jueves, 1 de septiembre de 2011

LENGUA Y COMUNICACIÒN. PROCESO DE LA LECTURA. PARTE ll. Escribe Alfredo Màrquez Barazarte.

      Hay cierto nùmero de hàbitos que los malos lectores adoptan, y que por lo regular implican un movimiento innecesario del cuerpo, durante el proceso de la lectura.  En una lectura eficiente, los mùsculos oculares harìan sòlo un movimiento externo. Por supuesto debe haber una vigorosa actividad mental, pero los movimientos innecesarios, como el de los labios o señalar con un dedo,no ayudan a la lectura y a menudo disminuyen su velocidad.

      Un defecto que se observa a menudo en los lectores que tratan de concentrarse,  es señalar  las palabras con un dedo, làpiz o regla. los niños de corta edad y los lectores muy malos, con frecuencia marcan con un dedo cada palabra que leen. Los que han adquirido un poco màs de destreza  colocan a veces un làpiz o una regla debajo del renglòn que estàn leyendo. Si bien esta tècnica puede ser de ayuda para los principiantes, es completamente innecesaria para lectores normales. Ademàs de ser màs lenta la lectura por el mero movimiento mecànico del làpiz, regla o dedo, tiende a desviar la atenciòn del texto que se lee. Mientras se està leyendo lo màs importante es concentrarse en la idea que el autor trata de comunicar al lector, y no en la ubicaciòn de las palabras en la pàgina.

      Algunos lectores atrasado, piensan que es necesario pronunciar en voz alta cada palabra que se lee, por lo general, de un modo bastante  suave, en una especie de susurro para si mismos: èste es un hàbito indeseable. Su principal desventaja es que tiende a limitar la velocidad de la lectura a la rapidez verbal y, como hemos visto, la lectura silenciosa de la mayorìa de los lectores normales es casi doblemente veloz que su habla. En los estudiantes màs avanzados, este defecto puede ser eliminado, por su propio y consciente esfuerzo, quizàs con la ayudad de unas pocas recomendaciones del docente. La vocalizaciòn en los lectores principiantes es un defecto comùn, pero en el lector maduro se vuelve un rasgo muy indeseable.

      Al igual que la vocalizaciòn real, estas variedades de las mismas o sea movimiento de labios, lengua, garganta, y de cuerdas vocales pueden ser eliminadas por medio del esfuerzo consciente del lector. Otro defecto de la lectura es que el estudiante podrà observar mientras mira leer a otro, o en su propia lectura, es el de las  "regresiones". Una regresiòn es un movimiento de retroceso a lo largo de un renglòn de imprenta, para releer una palabra o frase.. Se distingue fàcilmente del "retorno externo", por lo general màs largo.  Algunas veces, una regresiòn tomarà la forma de un repetido retorno sobre una palabra o frase, antes de proseguir con lo que continùa en el renglòn. En lìneas generales, las regresiones son un signo de lectura pobre. Todos los lectores hacen algunas regresiones, pero los buenos hacen muy pocas, y los malos muchas.

      A veces, la regresiòn significa que el lector no ha comprendido bien una nueva palabra o frase y que desea analizarla otra vez. Si persigue este propòsito, la regresiòn es justificable. Pero los lectores pobres tienden a hacer de las regresiones una costumbre, practicàndola màs de lo que necesitan. Se les deberà inculcar a los que reciben la clase, que cuando efectùan ejercicios de lectura nunca deben hacer regresiones. Si los estudiantes  lo necesitan en razòn de que las frases son difìciles o el vocabulario complejo, entonces el material para ejercitaciòn està en un nivel equivocado con respecto a ellos y debe elegirse un material màs sencillo.

      La costumbre de hacer demasiadas regresiones es la falta màs comùn entre los malos lectores y posiblemente tenga su origen en el uso de material inapropiado. Forzando al alumno a leer cosas muy complejas se engendra el hàbito de las regresiones. Y para curarlo, deben dàrseles una buena cantidad de lecturas fàciles.
  

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