miércoles, 20 de julio de 2011

"GUACHIRONGO" un personaje del Barquisimeto de ayer..Auctor: Julio Garmendia.

Asì coo hay ciudades o pueblos afamados por la altura de un pico o la hondura de un zanjòn, por el nùmero de sus torres, por el tamaño de sus toronjas, asì hay --en nuestro Oeste venezolano-- una ciudad muy celebrada por sus puestas de sol, por la majestad y belleza de sus crepùsculos. Sus moradores son entendidos y expertos e esta materia, doctos en ella, y asì dicen, a veces, por ejemplo: "Este verano hemos tenido los crepùsculos màs raros"--o màs largos, o màs bellos--que hemos visto en mucho tiempo.No sabemos si esto ha llegado a reflejarse en el caràcter de la generalidad de entre ellos; pero si sabemos que un hombre viviò en estos parajes, un simple de espìritu a quien apellidaban po burla "GUACHIRONGO", si viviò y muriò  tal vez  realmente entre las nubes del crepùsculo. guachirongo hallàbase afligido de toda clase de pobrezas y miserias; sus ropas no eran màs que harapos; los cabellos le resbalaban  en grasientas guedejas por la nuca, la frente y las orejas, y hasta le tapaban los ojos. Asì andaba, y algunos perros hambrientos--màs hambrientos y miserables que èl-- lo seguìan por todas partes a donde iba. Y Guachirongo no tenìa ningùn inconveniente en ponerse a bailar en medio de la calle, si se lo pedìan chicos o grandes; o tambièn, asì, de repente, sòlo porque le venìan ganas a èl, a la hora del atardecer mirando un crepùsculo encendido. Fuera de esto, y por extraño que parezca, Guachirongo vendìa gritos. Le decìan: ---¡Un grito, Guachirongo!

Pero los gritos de Guachirongo eran al precio de tres por locha, ni uno màs, ni uno menos;sobre esta base el trato se hacìa, se cerraba el negocio, y Guachirongo lanzaba tres gritos sonoros, poderosos, retumbantes, que hubieran despertado la alarma del vecindario y sus contornos si no fuera porque ya todos alli sabìan que era aquel el negocio de Guachirongo

A pesar de todas las calamidades que lo afligìan (o quizàs por eso, justamente), Guachirongo, màs que en la tierra, vivìa en las nubes, y especialmente en las nubes del crepùsculo. Caminaba o bailaba o gritaba mirando siempre hacìa ellas; ellas tenìan para èl mayor importancia y realidad que muchas sòlidas cosas de acà abajo. Hasta las tomaba como puntos fijos de orientaciòn o referencia, hablaba de algùn sito, o recomendaba alguna fecha..

--Guachirongo, ¿donde vives?--le preguntaban-. Y èl contestaba: --!Po allàaaa, po los laos e las nubes coloràs...--¿Desde cuàndo, Guachirongo? --Aaaaaa, desde el año e las moraaaâs!.

Asì hablaba este habitante del crepùsculo. Los niños salìan a las puertas de las casas a hablar conèl, y le pedìan que bailara o que gritara. Mientras sus perros olfateaban acà y allà, y alguno echaba a dormitar sobe el quicio del portòn, Guachirongo bailaba en la acera o en el zaguàn; despuès recibì su moneda o su cazuela llena, y se iba,calle arriba o calle abajo, seguido de su fiel jaurìa. Algùn insulto lanzado traidoramente desde lejos, tràs una esquina, le hacìa rabiar un momento y volver atràs con gesto amenazante. Pero màs lejos otro niño, otro baile y otros gritos le esperaban--con cazuela o centavito--, y esto le hacìa de nuevo ir adelante; vivìa para su arte, y lo trocaba por comida o por dinero, pero sòlo en los momentos en que el ambiente crepuscular hacìa descender sobre èl la inspiraciòn.

Pero las nubes acabaron por sugerirle a Guachirongo inspiraciones y visiones màs extrañas...Los años habìan pasado, y los niños que ahora le hacìan bailar o gritar al frente de sus casas, no eran los mismos: aquellos de antes eran ya hombres, èstos de ahora eran sus hijos. Ahora los bucles de Guachirongo eran grises, sus espaldas estaban encorvadas, hundidas sus mejillas En torno suyo, mientras danzaba inspiradamente en los viejos portales, la vida habìa danzado tambièn su vieja danza.Cierta vez, por la tarde ya anocheciendo, fuè encontrado un hombre muerto en una calleja, y Guachirongo bailaba en torno al muerto. La gente se aglomerò alrededor, pero èl siguiò bailando imperturbablemente: sus bucles flotaban a la uz crepuscular como pequeñas serpientes enfurecidas. Lo llamaban o lo reprendìan algunos. Pero èl no  oia ni veia màs que las luces y somras del crepùsculo, y siguiò danzando alrededor del hombre muerto. Fuèllevado a la càrcel, atadas las manos, y Guachirongo  bailaba a todo lo largo del trayecto...

Cuando fuè puesto en libertad, tiempo despuès, los niños no querìan salir a las puertas a hablar con è, ni volvieron a pedirle nada. Le tenìan miedo, y se escondìan al verle aparecer por la calle. Algunas personas mayores le daban siempre una moneda, o le llenaban la cazuela. Otros le hacìan la señal de la cruz.  os perros le seguìan siendo fieles, y andaban tras èl, màs flacos y miserables que nunca. Guachirongo desapareciò un dìa y nadie volviò a verle ni oirle, ni a èl ni a sus perros, ni sus danzas, ni sus gritos, ni sus bucles.  Pero hoy todavìa, cuando las nubes del verano forman en el cielo sus maravillosas perspectiva, sus lagos, sus mirajes, alguna anciana asomada al postigo de una celosìa de una ventana de gruesos barrotes, o parada en el quicio de algùn ancho portòn,le dice al niño que juega en la acera:--¡Mira!... ¡Guachirongo està bailando allà en las nubes!...--¿Y quièn es Guachirongo?--pregunta el niño... Y la anciana vuelve a contar la historia......JULIO GARMENDIA....

7 comentarios:

  1. QUE TIEMPOS AQUELLOS..YO CONOCI A JIRAFA, LA LOCA SIN NARIZ, PATA E GALLINA, PEDRO NO TIENE NADA., CHISPIAO, GALILEO, PERSONAJES POPULARES DE LA EPOCA

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  2. PERSONAJES RECONOCIDOS DE MI BARRIO, EL NEGRO ABEL,,,EL CHUECO LEONARDO, KEROSEN, IGNACIO LANDER, ULLOA, QUIJADA PABLO VILLANUEVA, CHILE MARTUS, CHICHO "EL MANCO" JUAN SANTOS, Y OTROS DE GRATA RECORDACION

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  3. Respuestas
    1. Cierto y es importante, en mi caso si quería leer la moraleja

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